28 febrero 2008

El Románico en las riberas del Porma

Iglesia de Candanedo

En la excelente Web Celtiberia.net encontramos algunos artículos referidos a nuestras tierras, entre ellos unos sobre "El Románico en las riberas del Porma":
"Es fácil hablar de arte en una provincia que, como la de León, es la que más recorrido ofrece al Camino de Santiago, la gran puerta de introducción en la península del arte medieval. Tampoco es complicado encontrar Arte Románico, que es muy abundante, pues hay ejemplos tanto del románico en piedra como en el ladrillo (románico mudéjar), hasta el punto de que en la Historia del Románico se habla de la Escuela Leonesa, pudiendo presumir de una joya única como es el Panteón de Reyes de S. Isidoro y sus pinturas murales. Un poco más complicado es ceñirse a una zona donde tanto las calzadas romanas que pudieran existir como los caminos medievales(normalmente coincidentes unos con otras) son secundarios, por lo que el Arte bien pudiera no haber penetrado en tan tempranos tiempos, sobre todo si nos ceñimos a una zona con una característica tan centralizadora y tan personalizada como es la cuenca de un rió, en este caso el Porma.
Precisamente lo escondido del lugar y la fertilidad del escenario pudieron facilitar una repoblación muy temprana, pues ya hay noticias de pequeños cenobios mozárabes (S.IX-X) mayormente en el primer cuarto de su recorrido. Cenobios que en algunos casos, una vez desaparecidos o absorbidos por monasterios más grandes, dieron lugar a pequeñas poblaciones en donde se conservó no solo su memoria sino incluso la capilla de este pasó a ser la parroquia del villorrio y que, con el paso de los siglos, fue consecuentemente adecuándose a la moda artística según las posibilidades de los lugareños o del señor del lugar.
Las características comunes del románico rural que vamos a visitar son:
1º.-Son pequeñas edificaciones construidas con materiales bastos y a menudo reutilizados
2º-Sorprende que, a pesar de la humildad de la construcción, haya detalles maestros en canecillos o jambas, en algunas portadas y sobre todo en la arquitectura interior, donde destacan los arcos torales y bóvedas. En cuanto a mobiliario o imágenes se conservan muy pocas de esta época, aunque si se pueden encontrar preciosidades renacentistas
3º-Los propios lugareños se asombran de que los extraños pidan ver su iglesia (cada vez menos y las propinas siguen haciendo milagros).
Así tenemos ocasión de recorrer una zona de pueblos pequeños (siempre me refiero a los mencionados en el itinerario), habitados por apenas una veintena de personas o menos, con una economía de auto-subsistencia y de pensionistas. Pueblos que solo se animan un poco en verano, cuando los emigrantes regresan a pasar unos días buscando los recuerdos de su juventud. Pueblos que están situados en enclaves paradisíacos, con los prados y los chopos en unos casos o el monte y los robles en otros, a la puerta de casa, como si fueran el jardín privado de los pocos que allí los disfrutan. Pueblos, en fin, fuera de los circuitos turísticos que ofrecen sus pequeñas maravillas, que si no son tan imponentes como una catedral, si gozan del sabor de lo genuino, de lo autentico.
Sobre el nacimiento del Porma hay sus discusiones entre los “geógrafos”, pero como acuerdo se generaliza que el río nace de la unión de una serie de arroyuelos que descienden de las primeras estribaciones de la Cordillera Cantábrica que se juntan formando un rumoroso y veloz caudal que de pronto, seguro que después de los años aún no se acostumbra, choca contra el muro del pantano Juan Benet (popularmente más conocido como de Vegamián o del porma), donde se remansa domado, y va saliendo por los vertederos ya totalmente controlado. Durante este primer trayecto podríamos hablar de algunos monumentos y sobre todo de paisaje, pero no de Románico. Este empieza a surgir casi nada más pasar el cauce bajo el puente medieval de Boñar. Aquí nos encontramos un “cogollin” de pueblos muy interesante para visitar:
La Vega de Boñar. Su pequeñísima iglesia, más bien una ermita, fechable en el S.XIII, fue la capilla del convento de Valdedios (dependiente del homónimo asturiano) del cual aún se conservan los restos de un torreón con arco de medio punto. La iglesia únicamente ofrece, tanto en portada como en el arco toral interior, un arco claramente apuntado, luciendo el de portada un guardapolvo moldurado y sobre jambas rematadas por una imposta biselada.
La Losilla. Conserva la lapida de consagración, del 958, del desaparecido monasterio de Sta.Natalia y Adrián.
San Adrián de Boñar. La iglesia conserva la nave del S.XII, siendo el resto modificado en el XVI. La portada es de arco apuntado que descansa sobre una pareja de columnas con capiteles rústicos. Conserva lápida de consagración del 980. En su interior imagen pétrea y policromada de El Salvador(S.XV)
Las Bodas. Su iglesia, probablemente del S.XI, es casi seguro el último resto de un monasterio anterior. Se nota influencia del arte asturiano y del mozárabe en los canecillos de la cornisa. La portada es de medio punto con aristas vivas sobre jambas con impostas biseladas. En el ábside ventanal enmarcado con un arco escarzano con rosetas hexapétalas inscritas en círculos en las enjutas. En el interior ha habido mucha restauración, conservándose de época únicamente la capilla mayor. Se conserva un Cristo de principios de S.XIII. Airosa espadaña, en sillería, del S.XV
Veneros. Apenas se nota su origen románico si no es por la lápida sepulcral que en el umbral marca el año1115. En su interior no obstante es curioso un retablillo renacentista en piedra y una pila bautismal de 1712, de una sola piedra labrada y en donde destaca un pequeño “trisquel”.

En esta zona se pueden aún ver las torres románicas de Barrillos de las Arrimadas (cuya iglesia conserva también una portada de época) y de Sta. Colomba de las Arrimadas. Estas torres eclesiales, que parecen verdaderos torreones señoriales, seguro que tenían una función de vigilancia en esos primeros años inciertos, comunicándose entre sí por medio de hogueras.
Vegaquemada. Un poco más abajo nos encontramos con un ejemplar extraño. Se trata de la iglesia de Vegaquemada que en su origen era románica rural, también con su torre fuerte y una serie de sepulcros del S.X. Pues bien. Gracias a la munificencia de un indiano local esta iglesia se derribó y en su lugar se levantó (1954), en piedra blanca, una verdadera basílica neo-románica que llama la atención de todo el visitante que pasa por la carretera. Por suerte tuvieron el buen gusto de aprovechar la portada antigua y algunos de los elementos constructivos de la iglesia original. Los sepulcros están en un museo.
Candanedo. Este “pueblin”, que no tiene ni 10 habitantes, en cambio te vuelve a congraciar con la humanidad, pues guarda una pequeña joya dentro de su sencillez. Lo primero que destaca es su hastial, donde se encuentra un curioso un tragaluz tetrapetalo, sobre él un epígrafe cuyo tipo de letra nos ayuda a fechar la iglesia, al menos el inicio de su construcción, en el S.XI. Es una delicia recorrer los modillones de la cornisa (sin olvidar los que se encuentran en el interior de una nueva sacristía que se apoya en un lateral del ábside). Se entra en la iglesia a través de las hojas de una puerta construida en el XVI y de excelente conservación protegida por una portada de medio punto con una pareja de columnas con capiteles un tanto borrosos y de estilo primitivo. En su interior destaca el arco toral, de medio punto, sobre semicolumnas con capiteles de flores y leones y astrágalos sogueados.
El río forma ahora el clásico ejemplo de la ribera fértil y generosa, con amenos bosquecillos de chopos y mucho praderío. Desgraciadamente, aunque por esta zona los pueblos son un poco más grandes (me refiero de100 a 200 habitantes como mucho) apenas se cultivan las tierras o se cría ganadería, pues los jóvenes han emigrado a las ciudades. En la mitad del recorrido de su cuenca los únicos vestigios románicos, que al menos yo haya sido capaz de localizar, se encuentran en Vegas del Condado, donde su torre es de clara fabrica románica(no así el resto de la iglesia) como acredita, al tirar un añadido constructivo moderno de dicha torre, la aparición de un precioso capitel historiado y de una lápida con escritura del S.XIV o anterior.
Ya el Porma va a llegar a su final , tras unos 50 Kms. de recorrido, pero no sin antes depararnos una sorpresa que, sin duda, es el mejor colofón que el viaje podría tener, pues nuestro río, dejando a un lado las románicas murallas de Mansilla de la Mulas (1181), pasa junto al grandioso monasterio de Santa María de Sandoval. Este monasterio cisterciense fue fundado por la familia Ponce de Minerva en el año de 1167 y es un clásico ejemplo de los monasterios de la orden del Cister. Nos encontramos con un ejemplar que, a pesar de las desamortizaciones, ha sufrido menos que otros de su época. Así podemos contemplar la iglesia en toda su sencilla belleza y sus sepulcros “in situ”. Las dependencias monásticas, a pesar de la reforma ocurrida en el S.XVII por causa de un incendio, aún permite ver las dos hermosas portadas y parte del claustro románico. Imperdonable no visitarlo.
Y así, con sus ondas mecidas por el eco de los viejos cantos gregorianos, el porma se entrega en brazos de otro rió también cargado de historia, el Esla, mejor conocido en otros tiempos como el Astura.
Naturalmente la simple numeración de nombres y vocabulario arquitectónico no dice casi nada, es simplemente una llamada a los curiosos que gusten de salir de las autovías para que se decidan a visitar un pequeño rincón de la Provincia de León.

Bibliografía:
“Rutas del Románico en la Provincia de León” – Cayetano Enríquez
“Las cabeceras del porma” – Matías Díez y Olegardo Rodríguez
“Catálogo Monumental de la Provincia de León”- Gómez Moreno

26 febrero 2008

El Porma en febrero

Con el invierno que estamos disfrutando, con pocas lluvias y menos nieves, el pantano del Porma se encuentra con poca agua y, por tanto, el río Porma a su paso por Lugán muestra este aspecto singular.

Ermitas en Lugán

Actual casa sacerdotal, terrenos donde se encontraba la ermita de la Virgen del Alba

Tal fue la importancia que tuvo Lugán en el camino de secundario de Santiago que pasaba por estas montañas leonesas, al ser fin de una de las etapas, que aquí estaba establecida la Obra Pía de la Misa de Alba, para la que el Concejo de Vegaquemada pagaba tres ducados al año.

Nuestros antepasados recuerdan por testimonios orales la existencia de una antigua iglesia, más pequeña, en los terrenos donde se levanta la actual; asi como la existencia de varias ermitas en Lugán: ermita de Santa Eulalia, en La Vega; ermita de Santa Catalina, en La Risiella; ermita de la Virgen, en Viciella y ermita de la Virgen del Alba, donde actualmente está la casa del sr. cura.

Más reciente, del siglo XIX, es la ermita de San Antonio, que ha llegado a nuestros días.


Ermita de San Antonio

Camino de Santiago

Iglesia de Candanedo
Los orígenes del culto al apóstol Santiago en España permanecen en la oscuridad de los tiempos. A finales del siglo VIII se difunde en el noroeste de la Península Ibérica la leyenda de que Santiago el Mayor había sido enterrado en estas tierras, tras evangelizarlas. Así en el año 813, un ermitaño llamado Paio vio una estrella posada en el bosque Libredón. Se lo comunicó al obispo Teodomiro, obispo de Iria Flavia, hoy Padrón. Fueron allí y descubrieron en la espesura la antigua capilla, donde existe un cementerio de la época romana.
Aproximadamente a partir de 814 con el hallazgo de las reliquias del apóstol y con el beneplácito de Carlomagno, que quería defender sus fronteras de invasiones árabes, Compostela se convertirá progresivamente en un centro de peregrinaje que recibirá su impulso definitivo durante la primera mitad del siglo XII, con peregrinaciones masivas procedentes de Alemania. En 1211 el rey Alfonso IX de León asiste el 21 de abril a la consagración de la catedral de Santiago.

Hubo un camino de Santiago, secundario, que pasaba, sobre todo en tiempo de calor, por estas montañas leonesas, para unirse en León al Camino Francés. Este camino de Santiago discurría aproximadamente por donde se trazó después el Ferrocarril de La Robla. Debía estar el fin de una de las etapas en Lugán, puesto que aquí estaba establecida la Obra Pía de la Misa de Alba, para la que el Concejo de Vegaquemada pagaba tres ducados al año.

Si a lo largo del camino general de Santiago, el camino francés, hay cantidad de iglesias, santuarios y ermitas, el camino secundario que pasa por Lugán se puede trazar, también, a partir de las iglesias y torres del recorrido.
Asi en el siglo XI y en el XII se levantaron las iglesias románicas de Barrillos y Santa Colomba, en Las Arrimadas y la antigua de Vegaquemada, que presentan torres casi gemelas. Sigue la preciosa iglesia de Candanedo y seguro que la tuvo Lugán, aunque no llegó a nuestros días. La hubo en Ambasaguas y en Barrio y se supone que en Castro y Represa, aunque no queda nada de ellas.
Se supone que estas iglesias serían pequeñas construcciones de cabecera plana, muy comunes en el norte de León, con arco triunfal sobre pilastras y bóveda de cañón en la capilla mayor. La nave tenía armadura de madera, pórtico a medio día con puerta de arco y espadaña a los pies.

05 febrero 2008

Tablón de anuncios

En el tablón de anucios del Lugán podemos leer un aviso de la Junta Vecinal sobre la actualización de la base de datos del cementario nuevo con objeto de facilitar los títulos a los propietarios.
También están expuestos dos anuncios del ayuntamiento de Vegaquemada sobre la exposición al público de las listas del censo para las próximas elecciones y sobre la subasta de aprovechamiento de las masas comunes y fincas de desconocidos para el año 2008, con proposiciones hasta el 20 de febrero.

El taxi de Amador Aller

En el excelente blog de nuestros vecinos de Ambasaguas aparece una referencia al taxi de Amador Aller que tantos servicios hizo en la comarca y tantos recuerdos trae.
Reproducimos a continuación parte del artículo:

"...Me acuerdo cómo les recogías a cualquier hora con complicidad y sin un mal gesto siendo muchas veces tu coche “un confesionario” y tú el mayor confidente.Hay que pensar que por Ambasaguas sólo pasaba el coche de línea (de tu primo Francisquito, con quien empezaste) levantando polvaredas y hasta convirtiéndose en espectáculo por ver quien bajaba de él y posteriormente el de las lecheras y el de las gaseosas. Se acuerda bien Mari Jose cuando llevabas a su abuela al curandero y para poder atender sus requerimientos soltabas el volante. ¡Anda que no "rajaban" las queridas "Manuelas"!. Es que ellas siempre fueron muy expresivas, bobo......Un......... ¡¡¡¡Amadooooorrrrrr!!!!! ¡¡¡¡¡Mira pá-lante, coñe, que nos mataaaaamoooos!!!!!!!, hacía que te encogieses de hombros y rápidamente volvieses a coger el volante con un leve movimiento de cabeza y sonriendo. Esa voz así dominante debía de aparecer en tu cabeza entonces como una legión del ejército o similar recordándote esa cicatriz que tenías en la mejilla por el traspaso de una bala desafortunada (que, por cierto , te daba un "puntillo" muy atractivo ¿eh?). La cosa es que como para matarse la cuestión no era, y no me extraña que sonrieras, por que la velocidad era mínima y la carretera........ (por llamarle de alguna forma digna) pues eso....., más bien camino. Pero claro..... La sensación de velocidad y vértigo por las curvas de Lugán a "toa mecha" con el Ford son lo más. ¡Hay que entenderlo!Imagino que no haya habido nadie de la zona que no haya depositado sus posaderas en uno de tus cuidadísimos "autos de alquiler". Lo que no probaron (seguro) fueron los sabrosísimos callos de lata que "disfrazabas" de forma magistral con una salsa y que quedaban de "toma pan y moja"; así, mientras los comíamos nos contabas de París, de Toledo, de Galicia....... Pero nunca de "aquel", de "éste" o del "otro". Para tí, siempre todo estaba bien; al menos en lo que yo recuerdo..."

04 febrero 2008

Lugán en febrero

En Lugán febrero comienza como terminó enero, con buen tiempo, mucho sol y buenas heladas, pero escasas lluvias y nevadas. El río con poca agua y el pantano igual.